domingo, 17 de enero de 2010

La historia de la gente

La historia de la gente

Montserrat Llorens

Los historiadores han llegado a comprender la necesidad de estudiar el papel que han tenido en la historia unos protagonistas cuyo nombre se ignora ordinariamente: las gentes anónimas que viven, trabajan, luchan y mueren sin dejar su huella especial en la historia como individuos aislados, sino sólo como parte de un grupo de hombres.

El hombre de la calle, el hombre normal y corriente son para el historiador gentes que también hacen historia. Anteriormente la historia era un poco como un periódico en el que sólo se registraba lo curioso, lo original, lo emocionante; ahora se abre un nuevo camino, un nuevo sistema de ver y enseñar la historia, una historia que admite entre sus protagonistas al hombre de la calle.

A partir de este texto investigamos acerca de un personaje de nuestra comunidad, en mi caso en el municipio de Hueypoxtla un hombre que hizo historia fue: Narciso García Flores.




Fue profesor, revolucionario, político, poeta y escritor nacido el 27 de octubre de 1864. A los ocho años de edad fue becado y enviado a la ciudad de Toluca, donde curso la primaria; a los 18 años egresó como maestro de la normal de esa ciudad, desempeño su profesión en diferentes colegios de la ciudad de México.

En 1910, al iniciase el movimiento de la Revolución, fue miembro del Grupo de Asesores de los Comités Antireeleccinistas, y al ser electo Francisco I. Madero como presidente de la republica, fue consejero del Departamento de Instrucción Pública, siendo enviado entonces a los Estados Unidos de Norteamérica, junto con otros profesores, a realizar estudios pedagógicos, los cuales tuvieron que interrumpir debido a los sucesos revolucionarios. Más tarde, el grupo de investigadores se trasládo a Francia con el propositos de continuar su preparación profesional. En aquel país el profesor Flores se distinguió como poeta y escritor. Posteriormente se instaló en España, donde prosiguió su carrera literaria.
En 1913 tuvo que regresar a Francia por motivos políticos, ahí se desempeño como profesor; llegó a dominar los idiomas inglés y francés. Nuevamente regresó a la cuidad de México, donde se desempeñó como inspector escolar de zonas.
En 1920 volvió a Hueypoxtla, donde fue director de la escuela primaria. Falleció en la cuidad de México, el 21 de julio de 1934, en 1942 sus restos fueron trasladados al panteón municipal de Hueypoxtla.
En la actualidad, la escuela primaria lleva su nombre: “Narciso “G” Flores” en reconocimiento a si gran labor.
En la presidencia del municipio se encontraba una vitrina con objetos que pertenecían a Narciso G. Flores y algunas de sus obras poéticas, pero han sido remplazadas por imágenes del presidente municipal actual.
Como lo han podido apreciar Narciso G. Flores ha sido considerado como uno de los hombres ilustres del municipio, sin embargo hay que reconocer que cualquiera que viva humildemente y trabaje para su comunidad don gentes que también hacen historia.

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